La validación, el reconocimiento del valor de cada persona

Llamar a su madre, enfadarse porque le han quitado algo o querer irse a casa son algunas de las actitudes que encontramos a veces en personas con algún tipo de demencia o de pérdida de autonomía. Para familiares y cuidadores, estos momentos son difíciles de gestionar, porque no sirve razonar, ni responder con evasivas, ni ponerse nervioso o enfadarse. ¿Qué podemos hacer en estas situaciones, pues, de forma que nuestra actuación respete a la otra persona y al mismo tiempo transmita aceptación y compañía, aunque no acabemos de entender qué le pasa?

El método de la validación, impulsado por Naomi Feil, es una herramienta de gran valor. Permite acoger y reconocer el valor que estas manifestaciones tienen para la persona, sean emociones, expresiones verbales, acciones, y verlas en continuidad con su vida.

La misma Naomi Feil lo explica en este vídeo:

 

La clave del método es la atención, la escucha empática, que da valor –valida– todo lo que la otra persona expresa, tanto de forma verbal como de forma no verbal. Hablar de la madre como si estuviera viva, por ejemplo, puede parecer sólo un retorno a la infancia, pero para la persona tiene un sentido, es expresión del miedo, la necesidad de confort, el dolor de una herida de la vida pasada, la tristeza de la soledad, etc. Más que conducir la situación hacia un marco racional, la validación acoge las emociones, las acepta y las valida.

En este vídeo, Naomi Feil interactúa con Gladys Wilson, una mujer que casi no puede hablar. De la inquietud inicial a la serenidad final pasan solamente unos minutos.

 

Con este método, también se trabaja el pasado, la vida anterior, con sus experiencias positivas, heridas, recuerdos escondidos. Por eso quien acompaña a la persona mayor debe ser capaz de escuchar de forma empática, centrada en el otro, prescindiendo de su primera reacción instintiva. Feil explica esta comunicación a través de la empatía en esta TED Talk:

 

Esto es lo que se ha trabajado en el curso sobre validación impartido por la cooperativa Vincore en la Fundación.

En una primera sesión, se trató de cómo construir la actitud necesaria para crear y mantener el vínculo con la persona y cómo es el acompañamiento a través del método de validación.

En la segunda sesión, se trabajó de qué modo llegar a la relación con el otro, mediante la técnica de centrarse, indispensable para establecer el vínculo. Para transformar la perspectiva hacia la persona acompañada, se trabajaron dos principios: despatologizar el comportamiento, para comprender las necesidades que se esconden detrás, y cambiar la mirada sobre la persona mayor desorientada y sus recursos.

Por último, el curso terminó con sesiones prácticas, de acompañamiento al día a día de los participantes.