Formación para el Voluntariado en Líbano: una experiencia transformadora

Durante el verano de 2023, un grupo de jóvenes voluntarias se preparó para vivir una experiencia única en Líbano, participando en un proyecto social y cultural con una fuerte dimensión humana. Conscientes de los retos del entorno y del contexto sociocultural del país, se diseñaron dos sesiones formativas clave para facilitar su adaptación y fortalecer su capacidad de respuesta frente a la incertidumbre y la flexibilidad que el proyecto requería.


Una formación para afrontar lo imprevisto
La realidad del voluntariado en Líbano planteaba desafíos concretos: cortes frecuentes de electricidad, dificultades de conexión a internet, escasez de ciertos alimentos, temperaturas elevadas y diferencias culturales notables en relación con la religión, la vestimenta y las costumbres locales. Ante este escenario, la formación puso el foco en competencias fundamentales como:
Gestión de la incertidumbre
Flexibilidad mental
Capacidad de improvisación
Ajuste de expectativas
Actitud creativa
Empatía cultural y escucha activa
Las sesiones, desarrolladas de forma participativa, buscaron no solo preparar a las voluntarias en lo práctico, sino también en lo emocional y actitudinal, fomentando una mentalidad abierta, resiliente y adaptable.
Primera sesión: creatividad e improvisación
En esta primera jornada, las participantes trabajaron habilidades como el pensamiento lateral, el cambio de perspectiva y la creatividad como motor para adaptarse a situaciones nuevas. A través de dinámicas prácticas, reflexionaron sobre la importancia de aceptar la incertidumbre, vivir el presente y confiar en sus propios recursos.
Se exploró el concepto de “cárceles mentales”: creencias limitantes que dificultan la adaptación y la flexibilidad. También se destacó la capacidad de improvisar como herramienta para enfrentar la frustración y generar respuestas útiles en entornos inestables.
Segunda sesión: empatía y respeto cultural
La segunda sesión se centró en fortalecer la empatía, tanto interpersonal como cultural. Las voluntarias trabajaron la escucha activa, la importancia de evitar juicios y etiquetas, y el respeto por otras formas de vivir y creer. Se puso especial énfasis en la empatía cultural, fundamental para convivir y colaborar con comunidades diversas, y en la confianza en el otro como base para una experiencia significativa.
Resultados y valoración
Tras su regreso, las participantes compartieron que la formación fue decisiva para vivir la experiencia con plenitud, sabiendo adaptarse a los cambios, gestionar las emociones y valorar lo que surgía en el camino. Las sesiones no solo facilitaron su desempeño como voluntarias, sino que también les ofrecieron herramientas valiosas para su crecimiento personal.

Formadora: Mercè Moreno
Colabora: Fundació Planas Casals